Por aquellos tiempos llegar hasta la cueva era una aventura, naturalmente el viaje se hizo en ferrocarril RENFE, y después con el tren Francés AMARILLO, esplendido viaje con fantásticas vistas en el recorrida hasta Villafranche de Conflent. En la frontera de España con Francia, nos registraron las mochilas.
Lo peor fue la gatera inicial de la cueva, me parece recordar que estuvimos dos horas hasta llegar a La Gran Galería, lo peor fue que no pudimos salir por la parte turística, ya que nos encontramos con una reja. Fotos. Fèlix Alabart. Julio de 1970.
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